Partiendo de la premisa que nuestros niños son el centro en el proceso enseñanza-aprendizaje, los motivamos a ser participativos, a tomarse el tiempo para reflexionar o aportar una opinión. Impulsamos su curiosidad, los motivamos a que formulen preguntas y expresen sus dudas.
Realizamos actividades donde promovemos naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad. Adaptamos el entorno a las capacidades del niño para que empiece a aprender a ser autónomo en sus conductas, destrezas y habilidades.
Escuchar, hablar, leer y escribir son básicas para una comunicación óptima. Es un proceso que toma tiempo y es por eso que, en todos los niveles, se les estimula a través de cuentos, conversaciones, hora del círculo, juego de roles y demás actividades en donde ellos puedan expresarse.
Cuando el niño entra por primera vez a la escuelita va a aprender a relacionarse con los demás, a resolver y prevenir conflictos, a respetar y valorar sus necesidades y las de los demás.
Son los movimientos que el niño hace con sus brazos, piernas, pies, o todo su cuerpo. Actividades como saltar, subir, pedalear, trepar, correr o arrastrase ayudan a que vaya adquiriendo más destreza.
Realizamos actividades que requieren precisión y un elevado nivel de coordinación. La motricidad fina implica un nivel más elevado de maduración neuromotor y requiere de un aprendizaje amplio para su adquisición.
Ayudamos al niño a que adquiera el conocimiento, pero que a la vez sea significativa y estimulante para que más adelante pueda tener un buen desempeño curricular y la capacidad de resolución de problemas.
Nuestras maestras están certificadas en Disciplina Positiva, herramienta fundamental para mantener una sana relación con el niño enfocándonos en el respeto, seguridad, confianza y amor.
En Teacher Manuela somos conscientes de las diferencias individuales entre los niños, en un salón de clase cada niño tiene sus necesidades. Todos tenemos fortalezas y limitaciones.